✉️ #4 🎶 Ursula Blum
En otoño de 1967 el Kunstmuseum de Basilea tenía dos Picassos, aunque ninguno era propiedad del museo. Se encontraban allí porque un coleccionista los había cedido años atrás, y el hijo de este coleccionista, que era empresario, decidió ponerlos en venta tras entrar en bancarrota. Al enterarse, el gobierno suizo propuso comprarlos, pero como para hacerlo tenían que invertir dinero público, la oposición pidió que se hiciera un referéndum. Inmediatamente, la gente se echó a la calle. ¿Para protestar porque se destinase dinero público a esta compra? No: para pedir que los Picassos se quedaran. Llegaron a ofrecerse para poner dinero de sus bolsillos si hacía falta. Los cuadros acabaron quedándose en el museo, y Picasso, al enterarse de lo que había sucedido, decidió donarle cuatro cuadros más a la ciudad, lo cual es perfectamente comprensible. Es muy probable que, si Picasso llegó a ver las fotos de aquellas manifestaciones, le sorprendiera tanto como nos puede sorprender ahora a nosotros ver a toda esa gente con pancartas en las que proclamaban que All you need is Pablo.
Esta historia se la cuenta Sonia a Emma al comienzo del tercer capítulo de Blum para ayudarle a comprender la importancia que tiene el arte en Basilea, la ciudad que está a punto de visitar durante su investigación. La investigación de Emma no es real, pero la historia de Picasso y Basilea sí. Muchas de las anécdotas y curiosidades que contamos en Blum lo son, porque nuestra idea era situar nuestra historia en un contexto histórico, geográfico y cultural real. Queríamos que llegara un momento en que te costara saber qué era cierto y qué no en Blum, y una buena forma de conseguirlo era incorporando historias como estas a la trama, tan fantasiosas como la que habíamos imaginado para Emma.
Pero antes de seguir hablándote de Blum creo que debo explicarte qué es Blum, porque puede que no lo sepas. Voy a empezar enseñándote su portada, obra de Alai Ganuza. Es esta:
Blum es una historia de ficción disfrazada de podcast de investigación construida a partir de una pregunta que, sin llegar a verbalizarse en ningún momento, sobrevuela todo el podcast: ¿te has parado a pensar alguna vez en cómo te afecta lo que escuchas?
Este es el punto de partida para la segunda ficción sonora que escribo con Carmen Pacheco tras Santuario, de la que ya te hablé en esta otra carta. En esta ocasión contamos la historia de Clara Pastor, una estudiante de Historia del arte que desaparece mientras realiza su tesis sobre Ursula Blum, una pintora vanguardista del siglo XX. Cinco años después, la periodista Emma Castillo decide viajar a Suiza para continuar la investigación de Clara y narrar en un podcast lo que va descubriendo sobre el misterio que envuelve a ambas mujeres.
Blum es una producción de El Extraordinario en colaboración con Suiza Turismo, lo que nos permitió a Carmen y a mí viajar a todas las ciudades en las que transcurre la historia. Para nosotros, como guionistas, fue una gran oportunidad, ya que no es habitual que puedas documentarte de este modo. En enero fuimos a Suiza con algunas ideas y parte del puzzle en la cabeza, con la intención de completarlo con las piezas que encontráramos durante nuestro viaje.
El casting de Blum lo encabezan Vicky Luengo, Jacinto Bobo, Nikki García y Anahí Di Santo, que le han dado vida y voz a sus personajes con la naturalidad que buscábamos para este proyecto. El reparto completo puedes consultarlo en la ficha de IMDb de la serie, donde encontrarás también listado al equipo técnico. De entre todos ellos quiero destacar el trabajo de Nacho Cantisano, que bajo la dirección de Andreu Quesada se ha ocupado del diseño sonoro de Blum. Nacho ha conseguido que resulte muy fácil sentir que todas las escenas transcurren en los escenarios reales por los que Carmen y yo paseamos a comienzos de año, mientras imaginábamos la historia de Emma, Clara y Ursula.
El podcast se presentó hace diez días en Espacio SOLO, donde invitamos a los asistentes a escuchar los primeros minutos de la serie un día antes de su estreno. Les propusimos que lo hicieran de este modo:
Porque Blum es una historia que no se ve, y en la que las imágenes las pones tú. Si te animas a escucharla (con antifaz o sin él) lo único que has de saber es que está dividida en 9 capítulos de 20 minutos cada uno, y que está disponible de forma gratuita en Spotify, Apple Podcasts, Ivoox, Amazon Music, YouTube y en la web de El Extraordinario.
Estamos entusiasmados con los comentarios que nos han llegado desde su estreno y con la alucinante acogida que está teniendo. Si te gusta el misterio, el arte y viajar creo que Blum te puede gustar. Y la música. También es importante que te guste la música.
ASÍ SUENA BLUM
En Blum la música juega un papel muy importante. Ursula Blum fue pintora pero también compositora, y a ella se atribuyen unas extrañas terapias musicales que son uno de los hilos de los que Emma tira en su investigación. Necesitábamos una música que evocase la época en la que vivió Ursula, que estuviera en línea con el tono de misterio que queríamos para la historia y que fuera bonita y pegadiza, ya que se iba a escuchar muchas veces a lo largo del podcast. Es decir: necesitábamos a Paco Alcázar. Paco ya compuso la música de Santuario y Biotopía, así que estábamos seguros de que era la persona adecuada para ponerle música a Blum. Él, de entrada, no lo vio tan claro, pero menos mal que le convencimos. Me cuesta imaginar una banda sonora mejor para esta historia.
La partitura del tema principal de Blum es la que puedes ver arriba. También te la puedes descargar desde aquí. Si eres músico y te animas a grabar tu propia versión de la melodía no dejes de enviárnosla a Carmen, a Paco o a mí. ¡Nos encantará escucharla!
MÁS BLUM
Y si tras escuchar Blum te quedas con ganas de más, te recomiendo que te des una vuelta por esta web. En ella encontrarás más información sobre el proyecto, fotografías de la grabación y un mapa como el que puedes ver sobre estas líneas con la ubicación de las ciudades y los museos que visita Emma durante su investigación, entre otras cosas. Si entras en la ficha de cada capítulo verás que hemos incluido notas sobre los lugares de los que hemos hablado en la historia, algo a medio camino entre un diario de viaje y lo que podría haber sido una pista de audiocomentario del podcast. Creo que es el mejor acompañamiento posible para la escucha de Blum.
En esa misma web encontrarás también un listado con algunos lugares que nos habría gustado incluir en la historia pero no conseguimos encajar en la trama. De estos últimos, mi favorito creo que fue la escultura del colectivo KLAT dedicada al monstruo de Frankenstein, situada en la plaza Plainpalais de Ginebra. Es verdaderamente espectacular. Mide más de dos metros y, como comentamos en las notas, nunca se nos olvidará que, cuando nos acercamos a verla, había una niña pequeña susurrándole al monstruo.
Hace unos meses, durante la emisión de la segunda temporada de Biotopía, pusimos en marcha un grupo privado de Telegram como punto de encuentro entre los que hacemos y los que escuchan Biotopía. Estos últimos días se está hablando por allí también de Blum, así que como aquí estamos en confianza, voy a dejarte el enlace de invitación por si te apetece sumarte al grupo. Y si ya estás dentro y estás leyendo esto, aprovecho para saludarte. Es muy probable que, si estos días ves llegar a gente nueva, este sea el motivo.
Aquí termina la carta de hoy. No sé cuándo volveré a escribirte, así que por si acaso te deseo un feliz verano. Si has leído hasta aquí sin estar suscrito y te gustaría recibir cartas como esta en tu correo, puedes apuntarte desde aquí. Y si quieres compartir esta carta en tus redes sociales, puedes utilizar este enlace. ¡Hasta la próxima!